25 abril 2024

Economía circular; nuevo modelo de producción y consumo ligado a la sostenibilidad

La economía circular es aquella en la que, según el Ministerio de Transición Ecológica y Reto demográfico del Gobierno de España, el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantienen en la economía durante el mayor tiempo posible, y en la que se reduce al mínimo la generación de residuos, lo que constituye una contribución esencial a los esfuerzos de la UE encaminados a lograr una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.

 
Es decir, se maximizan los recursos disponibles, para que estos permanezcan el mayor tiempo posible en el ciclo productivo. 

La economía circular aspira a reducir todo lo posible la generación de residuos y a aprovechar al máximo aquellos cuya generación no se haya podido evitar. 

Lo que se aplica tanto a los ciclos biológicos como a los ciclos tecnológicos. Así se extraen materias primas, se fabrican productos y de los residuos generados se recuperan materiales y sustancias que posteriormente se reincorporan, de forma segura para la salud humana y el medio ambiente, de nuevo al proceso productivo. 

En última instancia se trata de desvincular el crecimiento económico del consumo finito de recursos.

 
El modelo económico actual es un modelo lineal, basado en “tomar-fabricar-consumir-eliminar”. Este modelo es agresivo con el medio y agotará las fuentes de suministro, tanto materiales como energéticas. Además, en este tipo de economía hay una fuerte dependencia de las materias primas, lo que conlleva un riesgo asociado al suministro, precios elevados de las mismas y con mucha volatilidad, así como una reducción significativa del capital natural, además de las consiguientes pérdidas económicas. Se hace por tanto necesario iniciar una senda de transición para pasar de la economía lineal a la economía circular.


En definitiva, para aplicar la economía circular es necesario un cambio en los métodos y procedimientos actuales, definiendo un nuevo modelo de producción y consumo que garantice un crecimiento sostenible en el tiempo. 

Este nuevo modelo debe priorizar la optimización de los recursos, reduciendo el consumo de materias primas y aprovechando los residuos, reciclándolos o dándoles una segunda oportunidad para transformarlos en nuevos productos. Resulta clave, por tanto, alargar, de una manera u otra la vida útil de los productos.


La esencia de esta filosofía radica en la propia naturaleza, donde no hay residuos si no subproductos o coproductos que se convierten en nuevos recursos, consiguiendo así la sostenibilidad del sistema y del planeta.


La economía circular, protege el medio ambiente, reduciendo las emisiones, minimizando el consumo de recursos naturales y disminuyendo la generación de residuos.


Tal y como se conoce ampliamente, la aplicación de la regla de las 3R resulta básica para el desarrollo sostenible, reducir, reutilizar y reciclar. 

No obstante, en el ámbito de la economía circular existe la regla de las 7R que son siete acciones a llevar a cabo para poder conseguir una economía circular de plena aplicación:


– Rediseñar
– Reducir
– Reutilizar
– Reparar
– Renovar
– Reciclar
– Recuperar

En el ámbito europeo, la Comisión Europea adoptó en 2020 un nuevo Plan de Acción sobre la Economía Circular, que constituye uno de los principales elementos incluidos en el Pacto Verde Europeo (European Green Deal), el nuevo programa de Europa para el crecimiento sostenible.


Este Plan de Acción de 2020 incluye iniciativas a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos, partiendo desde su diseño, y pretende promover la generalización de los procesos de economía circular, logrando con ello fomentar el consumo sostenible y que los recursos utilizados se mantengan en la economía de la UE durante el mayor tiempo posible.


Con este nuevo Plan la Comisión Europea pretende:
1. Hacer que los productos sostenibles sean la norma en la UE
2. Empoderar a los consumidores y a los compradores públicos
3. Centrarse en los sectores que utilizan más recursos y en los que el potencial de circularidad es más elevado, como: electrónica y TIC, baterías y vehículos, embalajes, plásticos, textiles, construcción y edificios, alimentos, agua y nutrientes
4. Garantizar que se generan menos residuos
5. Hacer que la circularidad funcione para las personas, las regiones y las ciudades
6. Dirigir los esfuerzos mundiales en materia de economía circular

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