El RCD Mallorca, junto con la colaboración de PreZero, se ha propuesto un nuevo objetivo: convertir el Estadi Mallorca Son Moix en el primer estadio español con el certificado de residuos cero.
Este proyecto, que busca posicionar el Club como un referente en sostenibilidad, tiene como meta reciclar más del 90% de los residuos generados en sus instalaciones.
Dentro de las medidas clave se incluye la instalación de un mayor número de puntos de reciclaje distribuidos por el estadio. Estos puntos estarán estratégicamente ubicados para fomentar la participación de los aficionados, quienes serán fundamentales para alcanzar el objetivo.
Con este enfoque, el RCD Mallorca no solo pretende reducir su huella medioambiental, sino también sensibilizar a su afición sobre la importancia de la sostenibilidad en el deporte. El objetivo final es lograr un estadio completamente libre de residuos desperdiciados, marcando un paso adelante hacia un futuro más responsable y respetuoso con el medio ambiente.
El RCD Mallorca sabe que la sensibilización de la sostenibilidad a través del deporte genera múltiples beneficios a la sociedad. De este modo, el club pretende hacer equipo con su afición para conseguir los objetivos planteados y a la vez sensibilizar a su masa social.
Separar los residuos
Separar los residuos es esencial para asegurar que los residuos se gestionen adecuadamente. Por ello, hay que conocer perfectamente las diversas tipologías de residuos existentes y qué requisitos existen para su separación.
Utiliza contenedores diferentes para cada tipo de residuo. Es importante tener contenedores separados para los residuos orgánicos, reciclables y residuos no reciclables. Esto ayudará a asegurar que los materiales se depositen en el contenedor correcto y se reciclen adecuadamente.
Aprende a clasificar los residuos. No todos los materiales son reciclables, por lo que es importante saber qué se puede reciclar y qué no.
No mezcles residuos. Es importante evitar mezclar los residuos, ya que esto puede contaminar los materiales reciclables y hacer que no se puedan reciclar. Por ejemplo, no se debe depositar restos de comida en un contenedor de reciclaje de papel y cartón.

