En Mercadona son fieles a su compromiso con el medio ambiente. Saben que entre todos podemos contribuir a un mundo mejor y un ejemplo de ello son las papeleras para cápsulas de café habilitadas en sus tiendas. Además, con la implementación de esta medida, Mercadona recicla las capsulas de café por tí y contribuye, de este modo, a dar una segunda vida a los materiales que las componen.
Estas papeleras son el inicio del proceso de reciclaje, en el que los amantes del café tienen un papel muy importante. Depositando las cápsulas de café, ya sean de aluminio o de plástico, en estas papeleras, contribuimos a reducir su impacto en el entorno, reduciendo la huella de carbono y las emisiones.
Proceso de reciclaje de las cápsulas de café en Mercadona
Una vez que las cápsulas sse depositan en las papeleras Mercadona colabora con gestores autorizados, que se encargan de recogerlas y llevarlas a las plantas de reciclaje. Allí, las cápsulas de café son tratadas para dar una segunda vida a todos y cada uno de los materiales que las componen.
El plástico y el aluminio que se recupera vuelven a tener una segunda vida. El aluminio, por ejemplo, se reutiliza para elaborar otros productos como latas para alimentos y bebidas, llantas de bicicleta, etc.
Los residuos de café, también llamado poso, se somete a un proceso de compostaje hasta convertirlos en abono orgánico, con lo que esa parte contribuye a conseguir una agricultura más sostenible, reduciendo el uso de abonos químicos.
Un modelo de empresa responsable
El reciclaje desempeña un papel fundamental en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del Pacto Mundial de la ONU. La compañía es socia de esta iniciativa desde 2011 y trabaja de forma constante para promover prácticas sostenibles y proteger el medio ambiente, dando respuesta a aquellos objetivos en los que más influye el impacto de su actividad, impulsando acciones medioambientales como esta.
Al recuperar y reutilizar materiales, Mercadona contribuye a reducir la extracción de recursos naturales y consigue minimizar los impactos ambientales negativos asociados con la producción y el consumo. Además, el reciclaje contribuye a la promoción de una economía circular, fomentando la sostenibilidad, reduciendo emisiones de CO2 y la huella de carbono.
