Alimerka sigue avanzando en su estrategia de sostenibilidad con la creación de un nuevo Bosque Alimerka en Castilla y León, una iniciativa que refuerza el compromiso con el cuidado del entorno natural, la lucha contra el cambio climático y la dinamización del medio rural.
En esta ocasión, se han plantado 4.800 árboles autóctonos en Trefacio, un pequeño municipio de la comarca de Sanabria (Zamora), junto al Lago de Sanabria, uno de los enclaves naturales más emblemáticos de la comunidad.
El nuevo Bosque Alimerka ocupa 6,47 hectáreas de ribera y está formado por especies adaptadas al entorno, como castaños, álamos negros y sauces. Además de integrarse de forma respetuosa en el paisaje, estas especies contribuyen a mejorar el suelo, proteger los márgenes fluviales y favorecer la fauna local.

Dimensional ambiental, social y económica
Además de su valor ambiental, el proyecto incorpora una dimensión social y económica que busca reforzar el vínculo con el territorio. Tal y como explicó Paula Díaz-Caneja, directora de Calidad y Medioambiente, “con este proyecto, la zona gana a nivel medioambiental, mediante la compensación de más de 4.309 toneladas de CO₂, pero también a nivel económico, ya que los frutos de los árboles plantados serán entregados a los vecinos con el objetivo de fomentar la economía local”.
Durante el acto de presentación, el vicepresidente de la Diputación de Zamora, Víctor López de la Parte, expresó su agradecimiento por esta iniciativa, destacando nuestra apuesta por el medio natural y reconociendo el compromiso con la sostenibilidad y con la creación de empleo en la provincia.
El alcalde de Trefacio, Manuel Lorenzo Rodríguez, valoró la iniciativa como un honor para el municipio y subrayó la importancia de que una empresa privada piense en localidades pequeñas como esta para desarrollar proyectos que ofrezcan a las futuras generaciones un recurso económico estable y una herramienta real frente a la despoblación.
Una red de bosques que sigue creciendo
Este es el primer Bosque Alimerka en Castilla y León, pero forma parte de una red de iniciativas que ya se han puesto en marcha en otros puntos del territorio. En Asturias, cuentan con dos bosques que reflejan el compromiso a largo plazo con la restauración del entorno natural:
- En Quirós y Teverga (2021), reforestaron 4,5 hectáreas con especies autóctonas en zonas clave para la conservación del urogallo y el oso pardo.
- En Allande (2023), plantaron más de 24.200 árboles en 22 hectáreas degradadas por incendios, dentro de un proyecto que también contempla el uso ganadero sostenible mediante el acondicionamiento de pastizales.
Con cada nuevo bosque, se avanza hacia un modelo que apuesta por la restauración ambiental, la compensación de emisiones, la protección de la biodiversidad y el desarrollo rural sostenible.