El aumento de la temperatura en Europa durante las últimas tres décadas es más del doble que el incremento medio de la temperatura registrado a nivel mundial. Un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) prevé que, si persiste la tendencia al calentamiento, la sociedad, las economías y los ecosistemas se verán cada vez más afectados por episodios de calor excepcionales, incendios forestales y crecidas, así como por otros efectos del cambio climático.
El informe sobre el Estado del clima en Europa —elaborado con el servicio de Copernicus relativo al cambio climático (C3S) de la Unión Europea— analiza el año 2021, y contiene información sobre el aumento de las temperaturas, las olas de calor terrestres y marinas, los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios en la configuración de las precipitaciones y el retroceso del hielo y la nieve.
La temperatura aumenta 0,5ºC cada década
La temperatura en Europa ha aumentado de forma significativa de 1999 a 2021, a un ritmo medio de aproximadamente +0,5 °C por década. Como resultado, los glaciares alpinos perdieron 30 metros de espesor de hielo entre 1997 y 2021, y el manto de hielo de Groenlandia se está derritiendo y contribuye a acelerar la subida del nivel del mar. En el verano de 2021, Groenlandia experimentó un episodio de deshielo y, por primera vez, se registraron precipitaciones en su punto más alto, la estación Summit Camp.
En 2021, los fenómenos meteorológicos y climáticos de gran impacto provocaron cientos de víctimas mortales, afectaron directamente a más de medio millón de personas y causaron pérdidas económicas que superaron los 50 000 millones de dólares de los Estados Unidos. Alrededor del 84 % de esos fenómenos fueron crecidas o tormentas.
Europa reduce sus emisiones de gases
Sin embargo, también hay buenas noticias. En Europa, varios países han logrado reducir notablemente las emisiones de gases de efecto invernadero. Cabe destacar especialmente el caso de la Unión Europea, dado que entre 1990 y 2020 recortó las emisiones de ese tipo de gases en un 31 %, y ha fijado un objetivo de reducción neta de las emisiones para 2030 del 55 %.
Europa es también una de las regiones más avanzadas en materia de cooperación transfronteriza para la adaptación al cambio climático, en particular en las cuencas fluviales transnacionales. Es uno de los líderes mundiales en la implantación de sistemas eficaces de alerta temprana, puesto que el 75 % de su población está protegida por ese tipo de sistemas. Y los planes de acción establecidos para abordar los efectos del calor en la salud han permitido salvar muchas vidas del calor extremo. Con todo, los desafíos son considerables.
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